La frutilla (fresa) es uno de los frutos más apreciados en los mercados internacionales por su sabor, color y versatilidad. En Chile, su producción y exportación han alcanzado estándares de excelencia gracias a procesos rigurosos que abarcan desde la siembra hasta la llegada al consumidor final.

Etapa Pre-Cosecha
  • Selección de variedades: Se privilegian aquellas con mayor resistencia al transporte y mejor sabor.
  • Manejo del suelo y riego: Se aplican técnicas de fertirrigación y control de plagas para asegurar frutos sanos.
  • Monitoreo constante: El seguimiento de la maduración permite programar cosechas en el punto óptimo de calidad.
Cosecha
  • Recolección manual: La frutilla se cosecha cuidadosamente para evitar daños mecánicos.
  • Selección en campo: Solo los frutos con color uniforme y firmeza adecuada son destinados a exportación.

Post-Cosecha y Almacenamiento
  • Enfriamiento inmediato: Se reduce la temperatura del fruto para prolongar su vida útil.
  • Empaque especializado: Envases ventilados y resistentes que protegen la frutilla durante el traslado.
  • Control de calidad: Se realizan inspecciones para garantizar que cada lote cumpla con los estándares internacionales.
Traslados y Exportación
  • Cadena de frío: Desde el centro de acopio hasta el destino final, la frutilla se mantiene en condiciones óptimas.
  • Logística eficiente: Coordinación con transportistas y puertos para asegurar entregas puntuales.
  • Certificaciones: Cumplimiento de normativas fitosanitarias y de inocuidad exigidas por los mercados internacionales.
Compromiso con la Calidad

Cada frutilla exportada desde Chile refleja el esfuerzo de productores, técnicos y exportadores que trabajan en conjunto para ofrecer un producto fresco, seguro y de excelencia.